lunes, 31 de agosto de 2009

31 de agosto de 2009

Me despiertan todos esos gritos provenientes del salón. En una familia tan numerosa es casi imposible dormir todo lo que a una le gustaría, la verdad.

Vaya dolor de cabeza... No recuerdo nada de lo que hice anoche... Debí pillarme una buena cogorza. La cabeza está a punto de reventarme. La luz que entra por la ventana se clava en mis ojos como afilados cuchillos; me tapo la cara con la almohada. Al poco rato me levanto y bajo la persiana, hasta hacer de mi habitación una oscura y húmeda cueva. Sí, húmeda... Da la sensación de que me he pasado la noche corriendo una maratón de todo el sudor concentrado que hay aquí dentro. Será que ahora el alcohol me acelera el metabolismo...

Me dirijo al lavabo, me lavo la cara, y me miro al espejo... No tengo tan mal aspecto, a pesar de encontrarme hecha mierda. Y ahí me encuentro... Me llamo Debbie y acabo de cumplir 20 años. Una celebración por todo lo alto, al parecer... Mis ojos están muy rojos. Qué raro, si no fumo...

Voy a la cocina dispuesta a encontrar algo para desayunar. Abro la nevera, pero no hay nada que me agrade. Todo lo que es comida, con este resacón, me da asco... Un asco que viene desde que empecé a oler la paella que se estaba cocinando. Un poco más y echo la pota. No sé siquiera si la habré echado ya. Tengo un extraño sabor de boca, así que es probable que haya caído hasta la última papilla.

A la hora de comer apenas pincho cuatro granos de arroz que me como sin ninguna gana, revuelvo un poco el plato con el tenedor, y me voy a estudiar. Como de costumbre, centrarse en la neurología es una dura tarea, así que decido salir un rato con mis amigos a que me dé el aire.

La tarde pasa sin que ocurra nada interesante... Charlamos, tirados en el parque... Uno me habla de sus problemas con la novia, el otro de que si la reparación del coche... Luego debatimos un poco sobre la crisis, un poco de política, y de violencia. Bueno, es que anoche al parecer hubo problemas en el barrio otra vez (¡qué raro!, nótese ironía)... Mataron a un chico de una paliza, al parecer estaba todo lleno de sangre. Es que estos jóvenes de ahora no saben mantenerse al margen de los problemas, y así les pasa, si es que lo van buscando.

Dan las 10 y se suben a casa a viciarse a la Xbox... Yo casi que debería subirme a la mía a estudiar, que además de todo el tiempo que he perdido, este rato fuera de casa me ha sentado muy mal físicamente, sobre todo por la luz, me da un dolor de cabeza que se me coloca detrás, en la nuca... Bff... Tal vez debería ir al médico, es un síntoma típico de la meningitis. Bueno, ya iré si persiste.

Agarro un sandwich que me como con mucho esfuerzo, una botella de agua, y marcho a la habitación a estudiar. Casi sin darme cuenta del poco tiempo que ha pasado, caigo inconsciente encima de la mesa... Sí que estaba cansada, sí. Veamos mañana cómo se nos da el día.